No pienso convertirme en una roca
para demostrar lo fuerte que soy.
A mí me basta con salir a la calle con el pelo despeinado y los labios rojos,
y sin temor a que me rompan las medias.
O a admitir que prefiero estar sola
a parecerme a vosotros.
Invierno es un estado de ánimo,
no lo olvidéis.
Que lo único que sé del amor es que me enamoro unas mil veces al día
y me desenamoro unas dos mil.
Aunque, claro, suele pasar que, de repente,
aparece una persona en tu vida que no quiere irse,
y te mueres de miedo.
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